La palabra “apologética” viene de la palabra griega apología, cuya definición es respuesta o defensa. Esta palabra aparece en varios textos del Nuevo Testamento. Uno de los más conocido es 1 Pedro 3:15.
No pretendo ser un experto en cómo abordar la Biblia (y confieso que yo también cometo estos errores), pero quiero ser mejor al respecto. Observa estos ocho errores que cometemos cuando leemos la Biblia y trata de evitar cometerlos mientras lees y estudias las Escrituras
Los lentes del siglo XXI son tan buenos para hacer el trabajo como los lentes del primer siglo. Tenemos el mismo Maestro, tenemos la misma Gran Comisión, sólo tenemos diferentes herramientas para usar en nuestra era actual. Por lo tanto, vamos a usarlos sabiamente.
Si usted tiene niños, por favor siga leyendo este artículo. Si no, pero lo está pensando, por favor léalo. Si usted no tiene ni desea tener hijos, por favor léalo para que pueda entender a aquellos que los tienen.
Todo, absolutamente todo lo que el predicador necesita cada vez que habla a la congregación, se encuentra en ese pequeño libro que llamamos Biblia. Ese es el libro que los hermanos necesitan escuchar cuando vienen a los servicios. Merecen escuchar la Palabra de Dios que se prediqué con valentía.
Muchas personas alrededor del mundo creen en el poder de la oración, y ciertamente la oración es poderosa, mas cabe destacar que la Palabra de Dios nos enseña que Él no oye las oraciones de todos, sino solo la de los justos, y vamos a estudiar brevemente acerca de esta afirmación que acabo de hacer.
En algún punto del desierto entre Jerusalén y Gaza, el evangelista Felipe se encontró con un hombre que no entendía lo que leía. Este hombre le dijo, “¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare?” (Hechos 8:31).