Para un Cristiano servir a Dios no es solo una simple ambición, sino un deber, y no sólo un deber, sino un deber con agradecimiento (Colosenses 3:17). Todo lo que hacemos debe ser con el único objetivo de complacer, honrar, y glorificar a Dios (Colosenses 3:23). Menospreciar a un hermano o hermana en Cristo no nos ayuda a hacer ninguna de esas tres acciones.
¿Te has preguntado alguna vez esa pregunta? Yo lo he hecho. De hecho, lo he hecho muchas veces durante mi vida. Siendo honesto, antes de empezar a escribir este artículo, me hice esa pregunta, y luego decidí empezar a escribir.