Por Jason Jackson, traducido con permiso por Marlon Retana.
El artículo original, en inglés, se encuentra en este enlace.
El Todopoderoso no discrimina. Todo pecado es horrible, como lo demuestra la muerte de Jesucristo en la Cruz. Los penitentes son salvados porque sus pecados son perdonados a través del Evangelio, pero otros morirán como rebeldes perdidos.
Aunque Dios probó su amor dando a Su Hijo a morir por el mundo, muchos optan por quedarse en sus pecados, haciendo “lo suyo”. El Juez Moral da a los pecadores la oportunidad de cambiar. Su paciencia es la salvación para algunos, pero otros van de mal en peor.
¿Recuerdan las palabras del filósofo nacido en España sobre el aprendizaje de las lecciones de historia? Mucho antes de que George Santayana se graduara de Harvard, Abraham vio el humo que se levantaba de las ciudades de la llanura. Muchos en Washington se olvidan de Sodoma. Muchos en Estados Unidos [y en otras partes del mundo, MR] no creen en la narración bíblica de Gomorra — para su vergüenza.
Medir una sociedad por lo que se considera “normal”, y la nuestra no es diferente de esas ciudades “tolerantes” de la antigüedad. La perversión es glorificada. La sodomía es “la forma en que Dios me hizo”. ¿Debemos debatir el diseño de las partes privadas? Una prueba de nuestro mundo degenerado es esta confusión sobre la compatibilidad anatómica de hombres y mujeres.
La homosexualidad es más que una confusión sobre las partes privadas. Ese estilo de vida deprimente implica una lucha con serios problemas psicológicos. Muchas personas han resuelto sus problemas, renunciado a la homosexualidad y encontrado la recuperación. Oramos por estas personas. Pero, por favor, entienda que actualmente estamos abordando la verdad sobre la homosexualidad.
¿Acaso soy intolerante, un homófobo? Un individuo aconsejó que la iglesia debería estar abordando a los verdaderos pervertidos — abusadores de niños, violadores, y abusadores domésticos. Nadie con mente sana justifica estos crímenes. La sociedad se apresura a defender, sin embargo, el estilo de vida homosexual.
La homosexualidad es ahora una cuestión de derechos iguales. Los grupos políticos y sus asesores, los legisladores, los jueces activistas, los medios de comunicación, Hollywood y algunas escuelas públicas, presionan para legitimar el comportamiento. Los “gais” dicen que ellos no pueden dejar de serlo. Supuestamente, debemos respetar su “orientación sexual” como una cuestión de naturaleza.
Algunos se opondrán a este artículo, incluso cuando ellos mismos no son partícipes de este “estilo de vida” sodomita. Ellos dicen, no es “políticamente correcto” llamar “pecado” a la homosexualidad. Por lo tanto, cualquier discusión que evalúe la moralidad del asunto es caracterizada como se caracteriza como “acoso homofóbico”.
Lamento que estos individuos rechazados puedan estar más ofendidos por este artículo que por un estilo de vida nocivo. Lamento que esas personas estén más alteradas por el tono, que por la inmundicia que se enseña a algunos niños en las escuelas. Lamento que estas personas puedan sentirse ofendidas por esta diatriba “sin amor”, pero no les repugna espectáculos como “Queer Eye for The Straight Guy” [en español, “Equipo G”], por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), y la Red de Educación Gay, Lesbiana y Heterosexual (GLSEN).
Es hora de que nos molestemos por el tipo de rebelión que hizo llover fuego desde los cielos. Por el momento, no estoy escribiendo a la persona penitente que está luchando con la homosexualidad. No estoy esbozando los pasos para la pureza sexual como un consejero. No me dirijo a todo tipo de pecado — para así ser justo y equilibrado. Estoy hablando acerca de un punto. Muchos en la sociedad se están inclinando para promover esta práctica perversa — un estilo de vida que indica la erosión de la objetividad moral.
La homosexualidad es incorrecta (1 Corintios 6:9-10). La Biblia la describe como vicios contra naturaleza (Judas 7). Es una rebelión extrema contra el diseño de Dios de la humanidad como hombre y mujer (Romanos 1:26-27). No puede ser ignorada, pero puede ser vencida.
Un joven fue condenado por abuso de menores. Se opuso a la acusación ya que la víctima de 16 años “consintió” a las proposiciones del homosexual de 25 años de edad. Cuando le preguntaron si tenía la intención de buscar consejería, el delincuente reveló su reticencia. Se sentía incómodo con los consejeros que estaban “fuera” del bautismo. ¡Qué conservador! No importa que el consejero y el aconsejado estén de acuerdo en que la homosexualidad es destructiva, degradante y condenable.
Ahora, déjeme hablar con la persona sincera que sufre de años de elecciones pecaminosas y homosexuales. Uno no tiene que estar de acuerdo con la teología de un mecánico de autos con el fin de que arregle su auto. Considere lo siguiente. Si un psiquiatra “cristiano” tiene experiencia en aconsejar a aquellos que han vivido en la perversión sexual, entonces uno debe buscar cuanta ayuda esté disponible.
Obtenga una referencia para un consejero calificado. Llame al Dr. Bill Flatt de Memphis, Tennessee (a través de Harding Graduate School of Religion). Él ha estado involucrado en este tipo de consejería por décadas. Encuentre a alguien con la base moral y la experiencia profesional para ayudarle a dejar un estilo de vida horrible — la verdad le hará libre.
El Evangelio liberó a algunos que estaban perdidos en la homosexualidad en Corinto (1 Corintios 6:11). La sangre de Cristo todavía ofrece esperanza y cura para el pecador penitente.
Referencias bíblicas
1 Corintios 6:9-10; Judas 7; Romanos 1:26-27; 1 Tesalonicenses 5; 1 Corintios 6:11.