Aunque suelo escribir para todas las edades, en esta ocasión, quiero centrarme en nuestros jóvenes. Por jóvenes, me refiero a los que tienen 30 años o menos. Hace poco me uní al club de los cuarentones. Me bauticé para el perdón de mis pecados cuando tenía 30 años. He sido bendecido en aprender la verdad del Evangelio y obedecerla, pero también sé de primera mano lo que es ser un amigo del mundo en los años difíciles entre ser un adolescente y un joven adulto. Es por eso por lo que quiero aconsejar a nuestros jóvenes en cuatro áreas que, en mi opinión, y experiencia, podrían ser algunas de las mayores tentaciones con las que tratamos durante esa parte de nuestra vida.
Privación del Sueño:
Tenía 17 años cuando se estrenó la película Titanic. Quizás puedas saber saber la frase icónica de la película, “Soy el rey del mundo”. Leonardo DiCaprio es poco menos de seis años mayor que yo. Así es como nos sentimos al respecto a esa edad. Nada puede detenernos. Nuestras baterías están completamente cargadas, siempre. Podemos festejar toda la noche, por una semana, o más. ¿No te gusta ir de fiesta? ¿No eres esa clase de persona? Bueno, podemos estar despiertos toda la noche viendo películas, jugando videojuegos o simplemente pasando el rato. Pero, hay un gran problema con esta práctica. La privación del sueño puede conducir a problemas de salud graves.[1] Adelante, busca en el internet al respecto, no estoy mintiendo, y soy un ejemplo vivo de ello.
Salomón escribió, “Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato” (Proverbios 3:24) después de decirle a su hijo “guarda la ley y el consejo” (Proverbios 3:21). La versión LBLA dice “guarda la prudencia y la discreción”.
¿Consideras que todos esos problemas de salud valen la pena sólo porque no quieres ir a la cama antes? Por favor, medita en tu respuesta.
Alcohol y Otras Drogas:
También tenía 17 años cuando fumé un cigarrillo por primera vez. La misma edad en que bebí mi primera cerveza. ¿Estoy orgulloso de ello? No. Pero entonces volvía a casa con un cigarrillo en la mano y jactándome del gran hombre que era y siendo parte de los chicos “cool”. Estoy agradecido a Dios por nunca haber probado otro tipo de drogas. Un buen amigo mío fue diagnosticado con enfisema pulmonar y ni siquiera tenía 20 años cuando eso sucedió. Otros se convirtieron en adictos o alcohólicos y nunca volví a saber de ellos. Sólo hubo una vez en toda mi vida que me emborraché, tenía 18 años y no puedo recordar los acontecimientos que ocurrieron esa noche. Mis amigos me hablaron de cosas que hice que ciertamente nunca hubiese hecho en un estado mental de sobriedad. Estuve cerca de perder mi vida esa noche. Esa noche avergoncé a mis hermanas, a mi madre y a mi abuela. Durante varias semanas no pude tolerar el olor de cualquier cosa que contuviese un poco de alcohol. Aprendí mi lección de no volver a emborracharme, pero seguí bebiendo “socialmente” durante un par de años.
Ahora, como Cristiano, es difícil para mí pensar en cómo algunos hermanos afirman que el consumo social de alcohol es aceptable cuando la Biblia claramente enseña que no lo es. Efesios 5:18, en el griego, literalmente, sería traducido más precisamente como “No iniciéis el proceso de embriagarte con vino”. No solo evites estar borracho, evita el viaje por completo.[2]
Si no has comenzado el hábito de beber, fumar o tomar otras drogas, por favor no comiences ahora. Si ya lo hiciste, todavía estás a tiempo de tomar el control de esa parte de tu vida. Tu familia y verdaderos amigos sin duda apreciarán esa decisión de tu parte.
Sexo y Pornografía:
Yo era un chico muy inocente hasta que llegué a conocer la palabra de cinco letras “porno” y el mundo detrás de ella. No la estaba buscando. No tenía ni idea. Simplemente apareció. Y no era fácil tener acceso a ese material en esa época. Según un artículo que encontré[3], cada segundo 28258 usuarios están viendo pornografía en Internet, y cada día 68 millones de consultas de búsqueda están relacionadas con la pornografía. También afirma que 200000 estadounidenses están identificados como “adictos al porno”, que el 34% de los usuarios del internet han experimentado exposición no deseada a contenido pornográfico, y que un tercio de los espectadores son mujeres.
¿Tienes un teléfono inteligente? En palabras de Homero Simpson, “D’oh!”, que su significado según un diccionario popular es “se utiliza para expresar el reconocimiento repentino de un error tonto o un giro irónico de los acontecimientos”[4]. Según www.statista.com,los usuarios de teléfonos inteligentes en todo el mundo superan los tres mil millones este año. ¿Cuántos de esos dispositivos están conectados a Internet? No sé la respuesta, pero podría ser casi todos. ¿Qué tan fácil es encontrar pornografía en Internet? Estoy seguro de que es más fácil que encontrar las recetas favoritas de la abuela.
Este mundo está en decadencia más rápido que Usain Bolt corriendo para el récord mundial de 100m. Recuerdo a una amiga que profanó su matrimonio, y dejó que el nuevo hombre en su vida le hiciera ver pornografía a su hijo de 14 años para que “pueda aprender a tratar con una mujer cuando llegue la oportunidad”. Muchos otros padres proporcionan a sus hijos adolescentes métodos anticonceptivos que les permiten practicar el “sexo seguro”, en lugar de animarlos a ver esto como un maravilloso privilegio reservado para la vida conyugal.
Amado amigo, hay grandes problemas con la pornografía. Es extremadamente adictiva. Hiere a adultos, niños, familias y sociedad. Crea expectativas distorsionadas. ¿Lo verías si la persona en la pantalla fuese tu padre, madre, hermano o hermana? ¿Lo verías si el protagonista del video es tu hijo? Podrías responder: “¡Eso es asqueroso!” Bueno, esa mentalidad podría ser la mejor manera de evitar buscar este tipo de material en primer lugar.
La Biblia es clara sobre el sexo y la lujuria,
“Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4).
“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:27-28).
Esa persona en tu pantalla no es tu cónyuge, o futuro cónyuge si eres soltero(a). Puede que sea el cónyuge de otra persona. Su avaricia está apuntando a destruirte a ti y a tu familia, poniendo una sonrisa en la cara de Satanás mientras está ganando a alguien que se una a él en el lago de fuego.
Por favor, si no estás casado, espera por tu ayuda idónea, y esta espera valdrá la pena. Mientras tanto, ora por ello. Dios no te decepcionará.
Malas Compañías:
Pablo a las iglesias en Corinto escribió,
“No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33).
La Biblia de las Américas lo tradujo como “malas compañías” mientras que la Traducción en Lenguaje Actual lo hace como “malas amistades”. Me hubiese gustado saber esto cuando era adolescente. Podría ser que muchas de las cosas malas discutidas antes podrían no haber ocurrido si me rodeaba de buenas compañías. Recuerdo a la madre de uno de mis “amigos” murmurando en el barrio sobre la “mala compañía” que yo era para su hijo cuando encontró algunos cigarrillos en su habitación porque él le dijo que “no eran suyos, sino míos”. En ese momento, yo era el chico con acceso a Internet en el vecindario y puedes adivinar lo que “mis amigos” me pedían buscar, mostrar, e incluso imprimir para ellos. Tuve la potestad de decir que no a eso, pero “eran mis amigos”.
Es muy triste ver a nuestros jóvenes abandonar la iglesia, e incluso sus hogares porque sus amigos siguen empujándolos a hacer cosas “divertidas” o “desafiantes”. El consejo de sus amigos es mejor que el consejo de sus padres porque ellos “realmente” saben cómo vivir esta vida. ¿Cuántas veces oíste o dijiste “Nuestros padres fueron criados en una época diferente”? Es cierto, pero el pecado y la destrucción que deja atrás han sido los mismos en todas las épocas. Mi corazón se rompe cuando me entero de familias fieles que están sufriendo porque uno de los hijos deja la fe para experimentar el mundo. Es posible que conoces el refrán “Nadie aprende de cabeza ajena”. No hay duda de que nuestros jóvenes necesitan aprender de sus experiencias, pero la bendición de ser seguidores de Cristo es que sabemos discernir entre las cosas buenas y malas, y queremos animarlos a hacer lo correcto, siempre. No queremos “arruinar” sus vidas, estamos tratando de ayudarles a no “arruinar” sus vidas, tanto la presente como la eterna. Queremos protegerte de cometer los errores que nosotros hicimos porque sabemos que estos te lastimarán de la misma manera que lo hicieron con nosotros.
Por favor, se prudente en el momento de elegir a tus amigos (Proverbios 13:20). Si quieren que hagas algo que vaya en contra de la voluntad de Dios, entonces, no son tus amigos. Son engañadores. Asegúrate de pasar tiempo con las personas adecuadas. Un verdadero amigo está dispuesto a dar su vida por ti (Juan 15:13). Una vez más, ora al respecto. Dios te mostrará el camino. Él te está mostrando el camino incluso antes de que nacieras, porque Su Palabra ha estado con nosotros más tiempo del que hemos estado vivos, y ese camino (Juan 14:6) quiere ser tu amigo (Juan 15:14-15). Recuerda, no puedes ser amigo del mundo y amigo de Dios (Santiago 4:4, 1 Juan 2:15-17).
Conclusión.
Mi querido(a) amigo(a) que lees esto, GRACIAS por hacerlo. He abierto mi corazón para revelar cosas sobre mi pasado. Cosas que algunas personas que me conocen no dejan atrás porque quieren usar esa carta algún día solo por el hecho que ahora soy Cristiano. Pero Dios dejo eso atrás, de hecho, y lo hizo el día que obedecí el Evangelio. Mis pecados eran rojos como carmesí, ahora son blancos como lana (Isaías 1:18) porque me limpió cuando fui bautizado para el perdón de mis pecados (Hechos 2:38, 22:16). Ya no soy esa vieja persona sino una nueva criatura en Cristo (2 Corintios 5:17). Todos hemos pecado (Romanos 3:23), pero Dios está dispuesto a perdonarnos, y lo hace por medio de la preciosa sangre de Su hijo (Hechos 20:28, Efesios 1:7) por nuestra obediencia al Evangelio (Marcos 16:16).
El mundo siempre nos tentará, pero Dios siempre proporcionará un escape de esas tentaciones (1 Corintios 10:13).
Dios y Satanás te quieren en sus equipos, pero tú eres quien elige. Satanás ofrece satisfacción temporal mientras Dios da gozo eterno. Satanás sigue tirando cáscaras de banano al suelo esperando que caigamos, todo el tiempo. Por eso debemos ser sobrios y vigilantes (1 Pedro 5:8).
A mi hijo, estoy agradecido a Dios por el hombre que eres, y el ejemplo que nos das a tu madre y a mí de muchas maneras. Por favor, mantente siempre diligente en hacer la voluntad de Dios, y guarda estas palabras en tu corazón,
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría” (Salmos 90:12).
“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento” (Eclesiastés 12:1).
La sabiduría de Dios puede ser locura o necedad para muchos en este mundo, pero el Evangelio es Su poder para la salvación a todos los que creen y se someten a Él (1 Corintios 1:18-21, 25; Romanos 1:16).
A Él sea toda gloria hoy y siempre.
REFERENCIAS
[1] Charlene Laino, La falta de sueño es mala para el corazón, https://www.webmd.com/a-to-z-guides/news/20120410/sleep-and-heart-disease#1
[2] Ben Giselbach, ¿Qué Tiene de Malo un Poco de Alcohol?, https://idclasvillas.org/psf-poco-alcohol/
[3] Webroot, Internet Pornography by the Numbers; A Significant Threat to Society (“Pornografía en Internet por los Números; Una Amenaza Significativa para la Sociedad”, https://www.webroot.com/us/en/resources/tips-articles/internet-pornography-by-the-numbers
[4] “d’oh», Diccionario Merriam-Webster https://www.merriam-webster.com/dictionary/doh