La palabra “apologética” viene de la palabra griega apología, cuya definición es respuesta o defensa. Esta palabra aparece en varios textos del Nuevo Testamento. Uno de los más conocido es 1 Pedro 3:15.
¿Cómo pueden los Cristianos afirmar tanto la unidad de Dios como la Trinidad? La naturaleza trinitaria de Dios es confusa y misteriosa. Algunos han rechazado el concepto de la Trinidad porque la palabra “Trinidad” no se encuentra en las Escrituras. ¿Cómo entonces, debemos entender la Trinidad?
Debemos entender que no todo lo que leemos en la Biblia está aprobado por Dios. La Biblia es de Dios, y Dios nos da lo bueno y lo malo. Él no omite los hechos.
Ciertamente, la gente rechaza la fe cristiana por varias razones: algunas las he tenido en el pasado y otras no. Pero, aquí hay cinco (de muchas) malas razones para rechazar el Cristianismo.
En este blog, nos daremos cuenta de que, aunque existen muchas cosmovisiones diferentes, todas tienen los mismos dos propósitos
Aquellos que tienen un serio interés en el problema del mal deben invertir tiempo en un compromiso serio con la literatura en este frente. Pero incluso la teodicea o la defensa más sólidas a nuestra disposición no pueden aliviar el sufrimiento de perder a un hijo, la falta de vivienda, el genocidio, el tráfico sexual, la infidelidad, etc.
La mayoría de las personas experimentan tensión intelectual cuando unen la realidad del sufrimiento con la proposición de un Dios moralmente perfecto. Realmente, ¿cómo podría un buen Dios permitir tanto sufrimiento en el mundo?
Según la tradición islámica, el ángel Gabriel reveló el Corán a Mahoma, el último y más grande profeta de Alá. Los musulmanes lo ven como la palabra pura e inerrante de Dios. Si eso es cierto, entonces no debe contener errores.
Nuestra cosmovisión es mucho más que nuestras impresiones iniciales; es un conjunto de convicciones sostenidas profunda y apasionadamente sobre las verdades centrales de la realidad.
La progresión de los humanistas seculares conduce directamente desde una negación de Dios a una afirmación de la evolución naturalista.