Por Aaron Johnson, traducido con permiso por Marlon Retana.
El artículo original, en inglés, se encuentra en este enlace.
No necesitas un título en filosofía para reconocer que nuestro mundo está plagado de sufrimiento. La mayoría de las personas experimentan tensión intelectual cuando unen la realidad del sufrimiento con la proposición de un Dios moralmente perfecto. Realmente, ¿cómo podría un buen Dios permitir tanto sufrimiento en el mundo? Aquí hay algunas respuestas útiles:
- Algo de sufrimiento es necesario. Los niños sufren cuando sus padres los disciplinan por mala conducta. Los médicos hacen que sus pacientes sufran cuando extraen sangre o administran inyecciones. Las personas incluso se provocan sufrimiento al hacer ejercicio o seguir una dieta. En cada caso, el sufrimiento es necesario para producir un mejor resultado.
- Algo de sufrimiento es una consecuencia del libre albedrío. Las elecciones tienen consecuencias, y algunas veces eso implica sufrimiento. A veces, el que toma la decisión sufre: el criminal es condenado a prisión por su propia decisión. A veces, otros sufren, millones murieron por las decisiones de Iósif Stalin. Para eliminar este tipo de sufrimiento, uno tendría que preferir un mundo de robots. Pero esto también eliminaría todo el bien producido por el libre albedrío.
- ¿Qué pasa con el sufrimiento por el que no podemos ver justificación? Para esto, una tercera respuesta es útil: no estamos en posición de saber que Dios no puede tener razones moralmente suficientes para permitir el sufrimiento. Decir que Dios no puede tener razones moralmente suficientes para permitir cierto sufrimiento es el colmo de la presunción y la arrogancia. ¿Cómo podríamos nosotros, como observadores limitados y finitos, sustanciar alguna vez tal afirmación? Tal vez lo que parece ser una tragedia sin sentido a nuestros ojos producirá siglos tremendamente buenos, completamente desconocidos para nosotros. Por otro lado, tal vez la prevención de una tragedia en realidad produciría una tragedia mucho peor. Nuestra perspectiva limitada hace que sea imposible afirmar que Dios no puede tener razones razonables para permitir ciertos casos de sufrimiento.
Hay otros factores que aumentan la plausibilidad de la existencia de Dios frente al sufrimiento, pero estas respuestas ayudan a mostrar que la existencia de Dios no está seriamente amenazada por la existencia del sufrimiento en nuestro mundo.